Aunque no es estrictamente un regalo para el Diable, al menos es un buen motivo para sonreír todo el día:
Sí, es Madame Cate Blanchett sacando a pasear uno de esos robóticos, futurísticos mágicos y brillantes vestiditos Balenciaga surgidos de la cabecita de nuestro a querido Nicolás Ghesquière. ¡¡¡Feliz Navidad!!!
La Diablesse ya nos habló de sus soñados Louboutin y más recientemente de esos caramelos convertidos en cartera de Prada. Yo, sencillo ante todo, ruego al gordito vestido de rojo que se apiade y me traiga estos:
Y ya entrados en confianza esta delicia que prometo usar para siempre:
¡¡¡¡¡Por favor!!!!!
Desde hoy convoco a mis dos queridos co-autores a comenzar nuestra lista de peticiones para la próxima Navidad. No sé, tal vez por ahí transite un empedernido lector de ManoloModa cuya fortuna sea considerable y desée hacer nuestros sueños realidad. ¡No podemos saber quién nos lee, Diable y Patri! En fin, como son épocas de bienestar, ¡qué caray!, pidan ustedes también, Manololectores, que el prometer no empobrece.
Por mi parte, comienzo con este par de botines Louboutin. ¿Se imaginan colgar estos ejemplares en la chimenea en lugar de las clásicas botitas tejidas? Cuando haga eso y bote mi ropa sucia en una bolsa de Louis Vuitton sabré que habré triunfado en la vida. ¡A soñar!
Hace unos días Diablesse cumplió años. Como si lo hubieran planeado en Condé Nast, prepararon un excelente ejemplar para el mes de julio en W Magazine. La editorial, además de incluir a la deidad del modelaje mejor conocida como Kate Moss, también tiene a Lara Stone y a Daria Werbowy, dos de las favoritas de nuestra diabólica amiga.
Y justo, como si en Condé Nast también se lo hubieran propuesto, para el mes de agosto, mes en que su infernal servidor cumple años, prepararon un número más que genial en Vogue. Además de no tener a una celebridad en la portada, situación que he condenado una y otra vez, tiene a la modelo que para mi representa todo lo mágico y genial del mundo de la moda, otra vez para beneplácito mío: Kate Moss.
Y una vez más, sólo como ella sabe hacerlo, deliciosa, perfecta, divina y enfundada en un Louis Vuitton más blanco que mi consciencia y la de Blancanieves.
Los rumores siguen a pesar de haber sido ya desmentidos en alguna ocasión: Michelle Obama podría ser la portada de Vogue para Marzo. ¿Será?
Aunque ya ha sido objeto de interés por parte de la Wintour y su esposo, ahora presidente de los Estados Unidos, ya fue portada de Men’s Vogue, la duda sigue siendo tentadora. ¿Será la primera dama portada de la biblia de la moda apenas dos meses después de su llegada a la Casa Blanca?
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Sugerencias diabólicas:
Quiero verla en Rodarte
Quiero verla con unos Louboutin de vértigo
Quiero verla en un Nina Ricci
Quiero verla con uno de esos saquitos galácticos Balenciaga
Quiero verla horneando galletas en la Cocina Blanca de la Casa Blanca
Quiero ver su clóset
Quiero una foto con su colección de zapatos
Quiero verla tomando el sol y leyendo Vogue
Esta noche llega Santa y en ManoloModa tenemos unas cuantas peticiones que hacerle, no sólo para nosotros, sino también para varios de nuestros amigos del mundo fashion en el que vivimos.
Simpático y querido gordito vestido de rojo Valentino:
Tu y nosotros sabemos que hemos sido muy buenos este año y por esta razón, queremos pedirte algunas cositas.
Para las top models de los 90 un descansito, anda, llevátelas… ya están demasiado vistas como para seguir protagonizando campañas. No seas malo y mándalas a algún lugar entre el limbo y la nada, o a consolar a tus duendecillos.
Hablando de duendecillos, procura también llevarte a Esteban Cortazar, para que deje de inpirarse en Thalía y Paulina Rubio para sus colecciones de Ungaro.
Te encargamos por ahí un poquito de inspiración (aunque sea enlatada, pero por favor que sea light) para las hermanas Mulleavy. Anda, si no lo haces, van a seguir repitiendo ‘conceptos’ en Rodarte.
Más, más y más Kate. Sí, porque nunca es suficiente. A ella sí queremos verla hasta en la sopa.
Ya lo hemos pedido antes y este año tanto en abril como en agosto tuvimos un adelantito: más modelos en Vogue USA.
A cambio si quieres puedes llevarte a Sienna Miller y a las Gossip Girls.
Y ya para terminar un poco de talco para el ardor para todos l@s que desean ver la caída de la Wintour. Con dos toneladas y media por persona es más que suficiente.
Gracias Santa.
Diable y Diablesse
P.D. A cambio prometemos no caer en la tentación de la ropa ‘en tendencia’ y las rebajas mal intencionadas. No comprar nada que usemos una vez solamente y nunca nunca nunca comprar algo de Macario Jiménez ó Héctor Terrones. Lo juramos.
Son estos Jil Sanders para la Primavera Verano del 2009, que desde que los ví me tienen a mal traer….No puedo elegir un sólo modelo para esa temporada que nos vendrá, no sería justo pero vengo a declarar mi amor incondicional por estos zapatos!!!. ….No sé que me ha pasado con ellos….pero hasta en mis sueños aparecieron anoche….y como mis compañeros ya han comenzado su lista de regalos para esta Navidad 2008 que comienza su cuenta atrás, añado uno de mis deseos porque como bien dice Diablesse nunca sabes quien nos lee. Lo mejor para todos. Hasta pronto.
¡Unas fanfarrias, por favor! Aquí llega el número dos en mi lista de regalos navideños. Taraaaaaaannnnnn:
Prada es un infaltable en cualquier listado de quien se autoproclame verdadero amante de la moda, así que es hora de darle el segundo puesto a estas coloridas y divinas carteras que adornarán de manera insólita los botines Louboutin que ocuparon el primer lugar la semana pasada. Ahora sólo tengo que buscar un suéter que funcione como minivestido, agregarle el preciado calzado, el ejemplar Prada y ¡voilá! El look ideal para un día común de invierno.
Sólo cierren los ojos e imagínenlo… una delicia. Creo que el pullover debería ser blanco, así resaltaría la cartera en tonalidades gema y los zapatos grises. Es más, un gorro tejido le agregaría el toque final, tal vez lo incluya en mis peticiones. Por lo pronto, cero y van dos.
Hasta hace poco tiempo no me sentía un gran fanático de los relojes. En realidad me parecen accesorios hermosos, pero un tanto alejados de mi estilo. Mis dos favoritos (aclaro que no tengo tampoco cientos de ellos) son diametralmente distintos: un Rolex que me regaló mi madre (sí, la madre del Diable existe); y el cual es una verdadera joya vintage pues data de los años 70, y uno de Sponge Bob Squarepants o ‘Bob Esponja’, que compré en una promoción de Burger King. Sí, así soy de poco práctico. Todo iba bien con mis impulsos shopaholics en cuanto a relojes hasta que me topé con el modelo ‘Biz’ de CK.
Sin duda un ejemplo perfecto de lo que es la línea de Calvin Klein ahora, la ecuación perfecta de la sencillez, la belleza y el lujo. Y aunque no está en la palma de tu mano, al menos estará en tu muñeca.
