Manolo Moda

Casi todos ustedes amados lectores saben que soy muy-MUY-muy tolerante con los diseñadores. Odio las comparaciones rancias y puedo asegurarles que trato siempre de ver el lado bueno de las cosas, aunque a veces sea un verdadera odisea. Aún así, de cuando en cuando me llevo una que otra amarga sorpresa cuando descubro parecidos más que razonables en las colecciones de los diseñadores. La más reciente de ellas fue la de Derek Lam Fall 2009 presentada hace unos cuantos días en el Fashion Week Nueva York. Perdón pero, al menos desde mi punto de vista, es como un Lanvin masticado y semi-digerido. Si no me creen, juzguen ustedes mismos:

Seguro que no cuestan tanto, pero no es el caso, un LANVIN es un LANVIN

Y por si quieren comparar den click aquí, aquí o aquí. Y recuerden que ni culpando a la crisis se justifican cosas así. Y yo que solía ser fan de Derek Lam.

Durante estas últimas semanas, gran parte de mi hígado a dejado de funcionar gracias a incontables desfiles de mala calidad, socialités de cuarta y diseñadores nacidos de la generación espontánea. Si estuviera en la lista de transplantes, seguro ocuparía el primer lugar. Hace tiempo que no escribo un Original y Copia, dejé de hacerlo por el bien de mis órganos, pero en vista del estrago que han sufrido últimamente, pues ya no me importa. Así que aquí voy con la más reciente aparición que me ha dado dolor de estómago:

El Original. La revista más emblemática de todos los tiempos. Simplemente inconfundible.

La Copia. Una publicación canadiense llamada Flare. Con la misma tipografía, el mismo estilo de portada y… no me atrevo a mirar el interior.

¿Pero es que de verdad creen que uno es retrasado mental? Malditas faltas de respeto. No me cansaré de decirlo: LA INSPIRACIÓN NO ES SINÓNIMO DEL FOTOCOPIADO.

Si hay uno de los zapatos de la Temporada,  que ADORO, que fue amor a primera vista, que si me dieran opción a elegir un modelo de la Primavera/ Verano 2008 (dejando atrás los Miu, Miu, los Balmain, los Balenciaga…todos esos  modelos  más que ponibles que hay en esta temporada) serían  sin dudarlo estos GUCCI.

Hoy en Original y Copia, subimos estos Dorothy Perkins (a 25 Libras!) No sé si terminar la entrada diciendo:

¡ENCUENTRA LAS DIFERENCIAS!

Si obvio…que no son iguales, poco le falta…

El fijarse en los zapatos, el echar un vistazo a muchas, por no decir muchísimas páginas web. de calzado es lo que tiene, he visto estos de Kurt Geiger y por defecto me han venido a la mente los Giuseppe Zanotti.  Sí, ya sé que todo está inventado en calzado, que las tendencias de la temporada son las tendencias y se puede “coincidir” pero….no, pienso que este par de zapatos se van a Original y Copia en Manolo Moda. Eso sí, no sabría afirmar que modelo fue primero….

Primera foto: Kurt Geiger; Segunda foto: Giuseppe Zanotti

La verdad es que no sabría decir que modelo fue antes, sólo sé que al verlos los Jimmy me recordaron a los Date y viceversa, evidentemente no son iguales, pero los veo de una misma línea, desde luego ambos  son de un estilo para callejear por la ciudad en la que te encuentres  por aquello que son muy planitos y tienen aspecto de muy cómodos,  si me apuras un poco me quedo con los Date. ¿ Soy yo sola quién veo cierta similitud?  Ya nos cuentan.

En la vida hay tantas cosas que no se olvidan: el primer amor, la infancia, los sueños, las metas… los zapatos lego de Balenciaga. Steve Madden, en un fallido intento por copiar lo original y ganarse unos dolaritos extra, se dijo a sí mismo: “Vamos Steve, qué tiene de malo. Nadie lo va a notar y si lo hacen, puedes decir que es un humilde homenaje. Además, no faltará el indigno que los compre”.

A veces creo que escribir esta sección es un atentado contra mi hígado, pero también sé que este tipo de acciones tienen que exhibirse inmediatamente. Crear un algo que nadie haya admirado jamás es prácticamente imposible, todo parte de una base establecida, de una idea materializada. Sin embargo, la originalidad de un diseño radica en la esencia de quien le da vida y cuando se observa un ejemplo como el de Madden (que además es horrible) se entiende que el autor carece de individualidad y de talento. Existe un filtro glorioso que hace de la inspiración, arte, y ése sólo lo construímos nosotros, seres únicos e irrepetibles. Así que… Steve Madden, ésta es la peor imitación que he visto, ¿no creen?.

En este caso lo mejor hubiera sido que los luceros quedaran prendados de una noche clara y no de un jumpsuit, no importa si es de Chanel o si Topshop encontró la manera de reducir el precio de un astro. Aquí hay un original, el diseñado por Karl; y una copia, la reinventada por Top, sin embargo, la realidad de un mal diseño castiga a ambos ejemplos con el látigo del aburrimiento y la nula longevidad. Aunque siempre será preferible llevar el inédito, sobre todo si la imitación es un legging de piez a cabeza digno de Lindsay Lohan. Sí, Kate Moss sucumbió ante el primero y es muy probable que eso haya “inspirado” el segundo, pero la idea tiene muy poco de plausible y mucho de irritante. Si alguien desea bajarles la luna y las estrellas, mejor que intente con las propuestas por Yves Saint Laurent, porque el ejemplo del día de hoy no nació para estrella, nació estrellado. Next!

The New York dice que es una “tendencia” de las chicas chic (¿?) de Hollywood. A mi parecer es sólo un fallido intento de homenaje, a honras de ser tomada en cuenta.

El cabello de Christina Ricci parece rezar en voz baja la oración que, a fuerza de repertirla, le otorgue el codiciado milagro de mirar su frágil rostro de cachorro enternecido dentro de una portada de Vogue USA. Sin embargo, la misericordia de Anna Wintour necesita otro tipo de zalamería para bajar la mirada, algo parecido a lo que han utilizado Sienna Miller y Kate Bosworth, maestras incuestionables del arte de la adulación excesiva y el talento desconocido. La duda acecha a la imagen y merece el pensamiento anhelante de saber si al descubrirlo, Anna encontró un motivo de halago o uno de risa macabra.

Por mi parte, debo decir que la ingenuidad de Christina Ricci es digna de una palmadilla en la espalda aunada a un “no te preocupes, tal vez COSMOPOLITAN sí te haga caso”. Ni modo.

O lo que es lo mismo, Marc Jacobs y su indiscutible plagio a una mascada conmemorativa.

Durante los años 50, en un pueblo sueco llamado Härjedalen, Gosta Olofsson elaboró mil mascadas con el único objetivo de honrar la cultura de su pueblo. Ahora, medio siglo después, Marc Jacobs presenta no una mascada inspirada en el lugarcito de Suecia, sino una reproducción casi exacta de la original y digo “casi exacta” porque en la parte superior del diseño dice Marc Jacobs since 1984, leyenda que obviamente en 1950 no tenía razón de ser. Lo único que me queda por decir, ya que la imagen dice más que mil palabras, es ¿por qué, Marc? ¿por qué?.

P.D1: Por ahí dicen que tal vez el co-diseñador de accesorios de la marca se tomó unas vacaciones en Suecia, fotocopió la mascada y no le dijo a Jacobs. ¿Será?

P.D2: No hay nada peor que verse inmerso en un ridículo como éste, por eso lo mejor es siempre serle fiel a la propia esencia, aunque a veces el resultado no sea tan genial. DIGAN NO A LA COPIA.

P.D3: La inspiración no tiene derechos de autor, está en todo lo que nos rodea, utilicemos su belleza para crear algo mejor.

Foto: youthoughtwewouldntnotice

Fuente: The Local

Atender al llamado de la inspiración es un trabajo diario dentro del mundo de la moda, las creaciones surgen a partir de lugares insospechados como el arte, la gente, el pasado y el futuro. Es normal que existan estándares devenidos a ser parte de la vida diaria, a tomar un pedacito de ellos para hacerlos nuestros y llevarlos transformados en un par de zapatos, un bolso, un corte de pelo o un simple pantalón con chaqueta ceñida. Lo anormal (o in-mundo) viene cuando no se inspira, se clona; dejando a un lado la propia individualidad con la falsa creencia de sentirse totalmente “in”.

Eso no funciona, así que… lo siento, Heidi. Tú eres de las modelos que se ven mejor sin ropa y con sonrisa provocativa, mientras se tienden en la arena de alguna playa exótica del Caribe para ser la nueva portada de Sports Illustrated. Kate tiene un estilo muy copiado, pero es de ella y de nadie más, porque es parte de una personalidad irrepetible. Las imitaciones sólo son resultado del exceso de ganas y la falta de imaginación, además se miran a cualquier distancia y sin éxito alguno. Sencillamente aburrido.