Manolo Moda

No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo pero… necesito un gimnasio. Acabo de regresar de un viajecito, en donde me han dado de comer como si estuvieran alimentando a un niño africano. Por lo tanto, es obvio que no fuí agraciada con la divinidad de Gisele Bundchen, quien hasta comiendo quema grasa. Así que lo más probable es que muy pronto esté engrosando las filas de un buen centro deportivo.

Asimismo, he de decirles que soy la peor persona cuando se trata de realizar una actividad atlética. Por alguna extraña e indecifrable razón, mi cuerpo adquiere la densidad del acero, mi mente se bloquea y mis ganas de obtener el cuerpo de Daria Werbowy desaparecen. No sé qué me pasa, hasta he llegado a pensar en algún tipo de alergía. Sin embargo, hoy me ha inspirado esta bella imagen de The Sartorialist para comenzar la dura batalla con la báscula. Ropa deportiva cómoda pero chic, chaqueta de cuero en lugar de la clásica ADIDAS, banda para el cabello y ese bolso Hermés para sudar con estilo. Para mí ésta es justo la fuerza que necesito. ¡Ya quiero comenzar!

Es normal que de repente me mire al espejo y no me guste lo que veo, que si la nariz, que si el cabello, que si la cintura, en fin, todas esas cosas que vemos las mujeres. Sin embargo, me pregunto qué pensara Pamela Anderson después de ver esta foto. A mí me vienen a la mente criaturas mitológicas y el horror de haberle encontrado un rostro a la Bruja de Blair. Ni modo, cuando se te empieza a botar un ojo es el mejor indicativo de detener el botox.

Como parte de mi ritual de belleza, el maquillaje resulta imprescindible: smoky eyes y piel inmaculada, no más. Generalmente no uso lipstick, aunque me encantaría, pero creo que no es el look más apropiado para mí. Sin embargo, cuando vi esta foto de Alexis Bledel (Gilmore Girls y Sin City), quise cambiar de opinión. Ese color rosa chicle tutti-frutti es una gloria que merece ser robada, aunque obviamente los intensos ojos azules de la actriz ayudan mucho. De todos modos, creo que este look aparecerá continuamente en la agenda fiestera de una que otra celebridad, junto con esos zapatos de Azzedine Alaia (Ay, Carine, todo es tu culpa).