Haute Couture: Chanel Fall 2008
By DiablesseKarl Lagerfeld parece haber superado el repetido concepto encontrado en sus últimas colecciones de Alta Costura. Las camelias, el tweed, las plumas y el sentido de Chanel parecen tomar nuevos rumbos, respirar otros aires, pero con la consignia inolvidable de lo que debe ser el Chanel construído por Karl Lagerfeld, ése que ha conseguido globalizar la historia de una dama francesa llamada Gabrielle.
La niña parece haber crecido. Las formas infantiles del pasado se transforman en madurez creciente. Los trajes conforman la idea de un romance frío que necesita de abrigo derramado en telas gruesas y cortes curvos y estructurados. La sofisticación se lleva en pequeños toques de volumen que acercan el cielo cuando se posan en elegantes zapatos de tacón.
Karl suaviza sus pensamientos y trabaja en el detalle como el maestro que ha cultivado con los años. La Costura debe mirarse de cerca y más si se trata de Chanel. Hay tantos detalles… bordados, patrones, dobleces, juegos concretos que magnifican una idea salida del idilio entre el “puedo” de Lagerfeld y el “tal vez” de Coco.
La alianza con Anna Wintour se hace presente, mientras surge el recuerdo de un Costume Institute Gala. A Karl Lagerfeld se le admira cuando cae la noche, tal vez se le odie en la superficie, pero no puede negarse que se ha apropiado de Chanel. Un individuo no puede parecerse a otro y mucho menos pretender ser lo que no es. Karl no es Coco y para este desfile de Alta Costura es mejor alabar a Lagerfeld y descansar la memoria de Mademoiselle Chanel. Dejemos de pretender y comencemos a conocer.
