Vogue Abril 08
By DiablesseEl eterno despertar de una portada VOGUE consigue el aire renovado de una imagen que ignora a las celebridades acostumbradas y abraza la carne de un par de cuerpos atléticos con nombres de basquetbolista y supermodelo. Le Bron James y Gisele Bundchen transforman la leyenda VOGUE en una edición dedicada a la perfección física con la que irónicamente se golpean las mejillas de quien tanto culpa a la industria fashionista por el ideal establecido de belleza. Y aquí, me permito citar a aquel gran sabio llamado Nigel, aparecido dentro de un culto soberbio del séptimo arte (Devil Wears Prada): “Claro, porque esta industria multimillonaria de eso se trata… de la belleza interior”.
En fin, una fotografía de Annie Leibovitz que atrae la mirada y que por tercera ocasión cobija la presencia masculina en VOGUE USA. Una pequeña interpretación gráfica de la dualidad alcanzada a través de múltiples formas: la más obvia, con los dos sexos; la implícita, con la fuerza y la sutileza; y la encantadora, con el rostro duro del deporte y la sonrisa millonaria del modelaje. Sin duda, ésta será una VOGUE por la que habrá que desembolsar parte de nuestro glorioso sueldo porque, nos guste o no, será de colección. La quiero.